“Hay momentos en los que la película de tu vida no es como esperabas. En ese punto… disfruta del soundtrack… O prueba cambiándolo!!” -Oliver Pontones Roldán, musicalizador.
«Crossroads» (La Encrucijada), 1986. Soundtrack por Ry Cooder / Intervenciones Especiales de Steve Vai, William Kanengiser y más…
Cualquier amante de la guitarra y el blues conoce esta cinta, protagonizada por Ralph Macchio (mejor conocido como Daniel San- Karate Kid) y Joe Seneca, a la cual podemos catalogar como “casi un clásico”, ya que en un sentido cinematográfico no fue tan aclamada. Sin embargo, el argumento musical es por mucho, algo relevante en múltiples sentidos.
(Cabe mencionar que a causa de lo extenso del tema, hemos abordado el documento en tres ediciones, correspondientemente por grados: 1. El soundtrack; 2. Intervenciones especiales; 3. Construcción sonora.)
(Segundo Grado… Continuación.)
Es pertinente acotar, específicamente sobre la parte final en la escena del duelo (Eugene´s Trick Bag) y probablemente el mayor clímax de la cinta, que las líneas de guitarra actuadas -mímicamente- por Maccio, no fueron interpretadas por Cooder, sino tocadas por Steve Vai. En realidad, lo fundamental dentro de este punto es, precisamente… la compleja y endemoniada secuencia, al respecto de una pieza clásica para violín, interpretada en la guitarra por el susodicho y virtuoso sextacuerdísta (en ocasiones, septacuerdista)… Steve Vai (continuamente nombrado un dios de la guitarra).
“Llegamos… Este es el punto de Fulton” (fragmento de la cinta)
Capricho No. 5, cover de Steve Vai.
Como muchos saben, esta pieza -Capricho No. 5-, originaria del siglo XIX y compuesta por Niccolò Paganini, como parte de su obra de 24 partituras llamada Caprichos, no sólo es considerada como uno de los temas para violín con mayor nivel de dificultad técnica, en la historia de la música clásica; sino que, además, encierra un gran folclor plagado de leyendas y relatos en torno a lo demoniaco.
Al respecto de esto, el llamado “violinista del diablo”, Niccolò Paganini, fue durante su época objeto de obscuras creencias, las cuales afirmaban que su prodigiosa y adelantada manera de tocar el violín, era el resultado de algún tipo de pacto con el diablo.
“¿Me estabas buscando Willie Brown?
Fue hace mucho tiempo, ¿o no, Willie?
Tenías unos 17 (…)
Fue una noche en este viejo cruce…” (fragmento película)
Ligándolo con la cinta en cuestión -Crossroads-, y como un gran detalle dentro de la historia, Steve Vai, sería la representación cinematográfica que encarnaría dichas leyendas en torno a Paganini. Esto, a través del personaje en el filme, “Jack Butler”, un guitarrista que ha vendido su alma para obtener el endemoniado virtuosismo que sólo el propio Steve Vai, detrás de dicho papel, puede dar vida en pantalla…
-Vine a decirte que el pacto se acabó.
-Oh, no! (…) El contrato no termina, a menos que tengas algo que ofrecerme (…) ¿Qué tal un “Corta cabezas”? (…) Sí, un duelo (…) Tengo un chico blanco de Memphis que hizo un pacto conmigo hace unos años. Es un guitarrista. Su nombre es Jack Butler.
-Pero Willie no toca la guitarra.
-Cierto (…) A no ser que quieras sustituirlo (Diálogo película)
En calidad de corresponsal maldito, Steve Vai, enfrenta al protagonista del filme (Ralph Maccio) en un duelo sonoro (Headcutting Duel, comentado anteriormente en el segundo grado) para ganar su alma; y paralelamente, interpretaría la pieza en cuestión, para que Maccio tan sólo intentara seguirla, subiendo y bajando de trastes con burdos y simples ademanes.
“¡Luces, cámara… acción!”…
Así, hacia el cierre y punto más épico de la confrontación, pero fuera de cuadro, tras las luces y cámaras, Steve Vai, tocaba en guitarra Capricho No. 5… mientras en el set de filmación, Ralph Maccio, vencía al príncipe de las tinieblas y súbdito, interpretando una de las piezas clásicas más complicadas de toda la historia,… con la pureza más profunda de su alma… y su corazón… y de una forma que nadie más sería capaz de tocarla*.
*Sobre este aspecto hablaremos a continuación, en el último y tercer grado, desde una perspectiva musical más formal.
Tercer grado. Construcción sonora
De hecho, en términos musicales, podemos decir que hay aún más que resaltar. Recapitulando, y haciendo un análisis, en diversos puntos del filme aparece de relieve el choque y cruza entre las dos entidades mencionadas en un primer grado, la música clásica y el blues. Esto es importante, ya que dicho encuentro, arroja como resultante un tipo de fundición entre ambas en torno a lo guitarrístico, que a su vez, llega a ser justificada por la situación y el propio contexto de la historia (ver video 2), y que en términos sonoros, así como mayormente acentuado al llegar el clímax y desenlace del filme, resalta… sutilmente… como una construcción agudamente interesante e incluso novedosa (propiamente llevada), tanto desde un sentido técnico, como desde uno sensible (ver video 1). -Subrayando-, lo rígidamente académico de la guitarra clásica mezclado -en una misma secuencia-, con las líneas y acentos del blues, proyectando su pureza, sentimiento y alma, constituyen uno de los aspectos de relevancia con respecto a la banda sonora.
-“Scracth”!!, rompe contrato- (fragmento película)
(Video 1. Capricho No. 5 (Eugene´s Trick Bag), cover e interpretación por Steve Vai; escenificado por Ralph Maccio.)
(Video 2. Turkish March de Mozart (0:02); y la primera versión a cuadro de Eugene´s Trick Bag (1:14); ambas piezas interpretadas por William Kanengiser. Blues (2:07), compuesto e interpretado por Ry Cooder.)
“Toma la música de algún lado. Tómala más allá de donde la encuentres. Porque eso fue lo que hicimos.” (fragmento de la película)
Concluyendo
-El verdadero punto de cruce… La verdadera encrucijada-
En conclusión, todo el aspecto musical abordado y desarrollado a lo largo del presente documento, y a la vez, entendido cual contraparte sonora de la producción cinematográfica, rebasa por mucho a la cinta. De hecho, basado en los juicios por parte de la crítica, no hay mucho que decir sobre la película, cuya trama, ritmo y tono fílmico peca de burdo e infantil; mas allá de su potente argumento musical como gran pilar y sostén de la misma.
Apetece, pues, exponer sobre la base de esta producción cinematográfica, el entendido que dentro de su fallido intento por consagrarse como trabajo de culto, termina por sucumbir, cayendo y rindiendo honor a su título… “Crossroads”, al convertirse en no más que… un mero punto de cruce en medio de la nada… Un punto en el marginado camino de terracería… a través del cual, sin embargo, se articula el basto, exquisito y majestuoso despliegue de grandes… legendarios… y virtuosos músicos interviniendo sobre la producción… dentro y fuera de cuadro, desde distintas direcciones, ámbitos, estilos y hasta épocas…
Es todo este congreso musical de artistas y leyendas, con sede en lo cinematográfico, el auténtico punto de cruce, la verdadera encrucijada.
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