Evolutivamente hablando, la función del orgasmo es hacer que los animales quieran tener relaciones sexuales y así transmitir sus genes
El orgasmo se caracteriza por un extremo bienestar físico, controlado por el sistema nervioso autónomo.
Antes y después de un orgasmo, hay algunos cambios evidentes en todo el cuerpo. La respiración se vuelve más rápida, el ritmo cardíaco aumenta y el sistema nervioso central funciona a pleno rendimiento, enviando señales de placer al centro de recompensa en el cerebro.
Durante la excitación sexual, los genitales se llenan de sangre. En los hombres esto provoca la erección, en las mujeres la vagina se hincha y las membranas mucosas se humedecen.
El orgasmo en sí consiste, tanto en mujeres como en hombres, en contracciones musculares rápidas en los músculos pélvicos y los músculos alrededor de los genitales. En los hombres, esto suele durar entre 3 y 10 segundos conduciendo a la eyaculación. En las mujeres, las contracciones musculares pueden durar 20 segundos o más. Y pueden experimentar varios orgasmos seguidos.
El cerebro está en pleno funcionamiento durante un orgasmo. Los escáneres cerebrales muestran que hay actividad en más de 30 regiones diferentes cuando estamos excitados sexualmente. El orgasmo desencadena la dopamina, que es un neurotransmisor en el cerebro que nos hace sentir felices y eufóricos. Ese sentimiento nos hace exigir más de lo mismo. Además, se secreta oxitocina, una hormona que, entre otras cosas, promueve el vínculo con tu pareja.
Los escáneres cerebrales también muestran que la parte frontal del cerebro, llamada corteza orbitofrontal, está apagada. Esta área controla la autoevaluación, la razón y el autocontrol. En las mujeres, los escáneres también muestran que un área específica del cerebro asociada con la experiencia del dolor se ilumina durante un orgasmo. Esto sugiere que el dolor y el placer pueden estar relacionados.
¿Cómo consigo un orgasmo?
No existe una receta sobre cómo obtener un orgasmo que funcione para todos. Lo que te pone cachondo difiere de persona a persona. Algunos pueden sentir placer sexual y orgasmo con solo fantasear, pero la mayoría necesita algún tipo de contacto.
Para la mayoría de las personas, la forma más fácil de tener un orgasmo es estimular el glande o el clítoris. Lo más común es tener un orgasmo al masturbarse o tener relaciones sexuales con alguien. Lo fácil o difícil que es tener un orgasmo, puede diferir de persona a persona. Pero físicamente no hay diferencias que hagan más fácil o difícil tener un orgasmo por tener pene o clítoris.
A menudo se da el caso de que se aprende practicando. Por lo tanto, masturbarse puede ser una buena manera de descubrir en paz y tranquilidad cómo trabajas, qué te parece agradable y qué te hace llegar al orgasmo. Luego puedes usar ese conocimiento si tiene relaciones sexuales con otra persona.