La alimentación no es sólo nutrición y energía, es un aspecto social que aparece en todos los contextos
La adicción a la comida es todavía un problema bastante desconocido. Ofrecer a un alcohólico un vaso de cerveza con el comentario de que una cerveza no hace daño, sería descortés. Del mismo modo, sería impensable decirle a un ex heroinómano que se inyecte poquita heroína. Pero decirle a un adicto a la comida que se coma una gordita de chicharrón, que coma un pedazo de pastel de tres leches, o medio kilo de barbacoa, no parece malo o descortés. Pero si eres adicto a la comida medio kilo jamás será suficiente.
¿Sufres de adicción a la comida?
Si se sufre de adicción a la comida, algunas dietas pueden ser útiles, ya que eliminan los factores desencadenantes, como el azúcar blanco y la harina. Los productos como las pastillas para adelgazar también pueden tener algún efecto, ya que frenan los antojos de dulces y reducen la sensación de hambre. Pero a la larga, seguirá siendo común caer de nuevo en la alimentación poco saludable. Muchas veces esto se debe a que el entorno no entiende, que ese pan de dulce para el café, es una droga bastante fuerte para un adicto a la comida.
Estos son algunos de los principales síntomas que experimentan las personas con adicción a la comida.
- Necesitan comer todo el tiempo: No importa si tienen hambre o no, si sufren de adicción a la comida siempre querrán comer. Inmediatamente después de una gran comida, piensan en un posible postre, cuando se despiertan después de una siesta, inmediatamente van a la cocina.
- Esconden la comida: Es común que los adictos a la comida, escondan esos bocadillos poco saludables para evitar regaños por parte de sus seres queridos. Son capaces de esconder una torta cubana debajo de la almohada.
- Las dietas son difíciles de mantener: Pueden manejar el problema algunas semanas, y perder mucho peso, pero luego llega el día en que fallan por una razón u otra. Tal vez fue demasiado en el trabajo, hubo una pelea en casa y luego ese puesto de garnachas quedó frente a ellos como una promesa de alivio. Tan pronto como se empieza con la primera garnacha, la dieta se desliza lentamente por la ventana, y pronto vuelven a comer refrigerios a toda hora del día.
- No es posible comer menos: Los que sufren de adicción a la comida pueden intentar reducir el consumo de alimentos, pero es muy difícil. Esto puede recordar un poco los problemas que experimentan las personas que intentan dejar de beber alcohol. Un vaso se convierte en dos que se convierte en tres, y así sucesivamente. Es completamente imposible reducir la ingesta de alimentos.
- Mentiras sobre la comida: Cuando surgen preguntas sobre cuánto come y qué, las respuestas no son completamente honestas. Mentir sobre el consumo de alimentos es un signo de adicción a la comida. Especialmente si la persona tiene como pasatiempo pasársela sentada sola dándose un festín con su comida favorita en secreto.
- La comida alivia la ansiedad: cuando un evento es particularmente estresante y difícil, la comida actúa como un supresor de la ansiedad. Después de una llamada telefónica difícil, van directamente a la despensa para encontrar pasteles, dulces, galletas o tal vez fruta para recuperar su equilibrio emocional.
Por supuesto, hay más signos de adicción a la comida. Además, una persona puede experimentar uno o más de los síntomas antes mencionados, sin que sea lo mismo que una adicción. Cualquiera que sienta que la relación con la comida está siendo un problema debe buscar ayuda.
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