Por lo que recuerdo del filósofo Aristóteles, parece que el origen de este deseo se remonta a la antigua Grecia, donde el estornudo se interpretaba como una señal del cerebro, que como sede del espíritu y de la inteligencia, se honraba con una fórmula
Incluso en la antigua Roma, se había extendido la misma creencia, que veía el estornudo como un mensaje del pensamiento, al que según Plinio había que responder con un “hola”, seguido del nombre de la persona que había estornudado.
La respuesta “salud”, conservó un valor positivo incluso en la Edad Media, donde se usaba para desear a los que estornudaban, que no hubieran contraído la Peste Negra, pues era uno de los síntomas más comunes.
En el siglo XVII , todavía se creía que los estornudos estaban asociados con la cabeza, y según Th.Browne, los estornudos se usaban para liberar vapor y mantener el cerebro sano.
Hoy en día debido a los modales, existen muchas reglas diferentes en cada país. Decir salud en México, es visto como un gesto de cortesía. Estornudar, de hecho es algo íntimo, y como tal avergüenza a quien lo hace en público, por eso debe disculparse inmediatamente por ello, diciendo gracias a quien le dijo “salud”.
Dato curioso: Una creencia popular dice que si se estornuda con los ojos abiertos, los ojos podrían salirse de sus órbitas. Pero no se conoce ningún caso comprobado. Además, desde el punto de vista fisiológico, no existe la manera de que un estornudo, pudiera generar la presión necesaria para expulsar los ojos. Aparte es un reflejo cerrar los ojos mientras se estornuda.