Con tal solo 28 años de edad, Missa de León es una de las más grandes promesas del tatuaje en
México. Ha logrado trascender en este ámbito creando diseños con destellos renacentistas
integrando un estilo que el define como micro-surrealista. Un estilo basado en una técnica de detalles precisos en tan solo unos centímetros de la piel.
Missa de León es un artista visual egresado de la Facultad de Artes Visuales de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Desde los 14 años destacó su talento y pasión por el muralismo, la pintura, el grafiti y el grabado, para más adelante involucrarse al 100% en el diseño gráfico. A lo largo de su trayectoria Missa trabajó en un par de agencias de gran reconocimiento en nuestro país. Mismas que lo trajeron a la CDMX para amplificar su conocimiento y desarrollar proyectos de impacto social y cultural.
En 2018, gracias a la intervención y apoyo de sus amigos más cercanos, descubrió una nueva pasión, el
arte de tatuar. Hoy, Missa es uno de los talentos de mayor reconocimiento gracias a su impecable trabajo. Con un estilo plagado de detalles que convierten sus creaciones en únicas y auténticas obras de arte trazadas en la piel.
“Mi inspiración viene del estilo de grabado antiguo y algunas ilustraciones clásicas, como bien es la mayor parte de la obra de Leonardo Da Vinci y sus contemporáneos; describiría mi estilo como micro-surrealista, además de que mi técnica se distingue por la gran cantidad de detalles en pocos centímetros. Lo que más disfruto de ser artista es que he logrado ser muy honesto con mi visión del arte, plasmo lo que quiero representar porque se crea un vínculo con las personas, al final dejo un “Missa” en cada tatuaje que va vivir con ellos el resto de su vida” – Missa de León.
A la par de su crecimiento día a día como tatuador, Missa trabaja en figuras y formas dentro de la
pintura, logrando crear piezas que involucran su nueva esencia, la cual ha descubierto a partir del
tatuaje, destellos renacentistas irrepetibles.
El micro-surrealismo de Missa de León.
Platícame sobre este estilo que defines como micro-surrealista.
Cuando yo me empece a tatuar, a los 20 años, muchos de mis tatuajes me los hacían con líneas muy, muy gruesas. Aún no llegaba para acá la corriente de micro, de tatuar con las agujas más delgadas que existen, las del número 1, las single nail. Yo le preguntaba a mis tatuadores si podían ser más delgadas y me decían que no, que era imposible, que se borraba, lastimaba o te cortaba.
Cuando comencé a tatuar a los 26 años dije, «voy a lograr lo que me decían que era imposible». Me considero muy aferrado, ya tengo más de un año probando esta técnica, hasta que la fui perfeccionando y es eso, dar mucho detalle en pocos centímetros.
¿Cómo pasaste del diseño gráfico al gusto por hacer tatuajes?
Desde que tenía 21 (años), por ahí, mis mejores amigos me decían «güey, tienes que tatuar, dibujas sueper chido, pintas super chido, hacer arte super chido; deberías hacerle a tatoo. Yo me negaba, me veía lleno de tatuajes, pero no me veía tatuando. En una de esas nos juntamos, me compraron una máquina y me dijeron, «¡vas!». Entonces comencé con piezas pequeñas y muy sencillas.
Ahora que consideras que te gusta más ¿tatuar o seguir tatuándote?
Ambas. Me encanta ir decorando mi cuerpo y hacer arte en otras personas también, me gusta demasiado.
Pero además de tatuajes, también continúas haciendo pintura, ¿en qué faceta te sientes más cómodo o piensas que te desenvuelves mejor?
Digamos que la pintura, como la empecé a trabajar más profesional desde los 14 (años), ya tengo un poco dominado el acrílico, el óleo. Ahora es transportar el arte que ya venía haciendo hacia la piel, cambiar de soporte.
¿Hay algún trabajo que hayas hecho cómo tatuador y que no haya convencido el resultado?
Creo que es un problema de todos, ¿no? En mi caso, que soy muy perfeccionista, digo «ouch, esta sombrita era un poco más tenue». Creo que sucede con todos, al momento de tatuar estamos aprendiendo con cada pieza que hacemos.
Y por el contrario ¿algún trabajo que te haya encantado?
Hice La Piedad de Miguel Ángel. Mi cliente me dijo que hiciera mi mejor tatuaje y le dije que sí, pero que nos costaría todo el día. Entonces me chuté una hora de diseño más seis horas del tatoo, siete horas trabajándolo. Fue una pieza de 10 centímetros y me encantó el resultado.
¿Cómo es el proceso para hacerse un tatuaje contigo?
La gente puede llegar con una idea, junto con mi cliente hacemos el diseño siempre encaminado hacia mi línea gráfica. Pero siempre considerando todos los elementos que me pide el cliente.
Te has tatuado a ti mismo?
Sí, tengo 4.
¿Qué es lo que te has tatuado?
Me hice un ojo arriba de la rodilla, una ramita de olivo, una mosca y un esqueleto de ave. Todos ellos en as piernas, es lo más cómodo, porque tengo que utilizar ambas manos.
