Raymond Fernández y Martha Beck se conocieron gracias a un anuncio de “corazones solitarios”.
Fernández se decepcionó al ver que Beck no tenía dinero y era extremadamente hercúlea. Sin embargo, ambos hicieron equipo y haciéndose pasar por “hermanos” se dedicaron a estafar y asesinar a mujeres que buscaban el amor en anuncios de periódico. Sus crímenes dejaron azorados a los medios de comunicación, por la sangre fría que mostraron, incluso al matar a una niña pequeña. Entérate de su relación tóxica, de sus crímenes y de las cintas que surgieron a raíz de sus fechorías, una de ellas “Profundo Carmesí”, de Arturo Ripstein
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