Aventuras etílicas, cocaína, vómito y estreñimiento son algunas de las fortunas o desfortunas que podemos encontrar en los cuentos dJuan Mendoza en Anoche Caminé Con Un Zombi.

Salpicadas de un humor acidoso, estas letras resultan un vaso de cerveza bien fría en un día de mucho calor. Son historias que cualquiera podría contar en una noche de farra con amigos, pero definitivamente no con la calaña y desenfado que Juan lo hace. Anoche Caminé Con Un Zombi nos cuenta desvergonzadamente cómo es enterarse que tu padre murió “con un trozo de caca atorado a mitad del camino”.

Sírvase otro vasito de cerveza para enterarse cómo el escritor, jactándose de underground y corrosivo, se da cuenta que sólo quiere una vida simple y una relación normal. Cuando en una venganza feminista le dejan caer su propio semen en la cara. Prepárese a saber que la mamá del Jarocho ofrece su cuerpo si sacan a su hijo de las drogas y a veces lo ofrece sin que lo saquen. 

Entre el amor que Juanito ofrece a las mujeres y el desamor que ellas le regresan, se pregunta “por qué carajos tenemos que crecer. Por qué no podemos continuar siendo jóvenes, ingenuos y todo lo demás durante el resto de nuestra vida”. Eso, justo antes de vomitar a causa de tremendas dosis de alcohol. 

Sus amigos, La Banshee y El Ratón serán sus compañeros constantes de juerga en Anoche Caminé Con Un Zombi. Llegarán a Cuernavaca sólo para no conectar la coca y para no conocer a su alma gemela, pero sí para empinarse el Jack Daniels, esta vez sin vomitar. En el Bull Penn conocerán a esa mujer nalgona que gusta de dar vueltas al bailar enseñando su tanga negra debajo de la falda. Pero esa risa no parece de mujer… 

Qué más da ya no servirse vasos de cerveza y mejor empinarla directo de la botella, si el plan fue suicidarte pero aún así, te preocupa en el último instante, no haberte puesto unos calzones limpios. O sí tu amigo decide atropellar a su ex novia pero contigo dentro del coche. Anoche Caminé Con Un Zombie, contrario a The Walking Dead, mantiene un interesante ritmo que nunca baja. Con un lenguaje cómico-mágico-musical-coloquial.

Entre el Dada X, el Alicia, vampiros bailando salsa, travestis, Placebo y Frank Zappa; Juanito Podrido (mote de Juan Mendoza) nos lleva a esa tristeza melancólica llamada “De noche, sola”. Una voz externa nos va relatando nuestra soledad, el vacío, el llanto; nuestra falsa esperanza de eso que se cree es el amor. Y tal parece que todo el ritmo de este barullo, por primera vez se frena y así nos deja. 

¿Quién es ese zombi con el que Juan camino anoche? Nunca se sabe… quizá sólo era él mismo.

Chassé:

*Anoche Caminé Con Un Zombie nos recuerda el título de esa canción original de Roky Erickson que fuera covereada por R.E.M. y por la banda de garage Los Esquizitos

*A parte de escritor y músico, Juanito Podrido tiene un programa de radio por internet llamado No Muy Punx, donde cada semana entrevista a distintos personajes de la música y la literatura.