Uno de los artistas más controversiales y asquerosos que han existido en la industria musical.
Seguro las generaciones actuales conocen poco o nada de GG Allin.
La misticidad y leyenda que se ha generado alrededor suyo ha rebasado barreras y líneas de tiempo, pues sus actuaciones y comportamientos son memorables.
Y decimos memorables no en el buen sentido de la palabra. Preso en varias ocasiones, desfiguros monumentales en el escenario, practicar la coprofagia (ingestión voluntaria de heces) y la autoflagelación son solo algunas de las prácticas que llevaron a GG Allin a la inmortalidad.
Si quieres poner a prueba tu sensibilidad y estómago, quédate.
Aquí te lo contaremos todo.
Nacido bajo el nombre de Jesus Christ Allin, creció dentro de una familia fanática de la religión, donde incluso su padre llegó a mencionar que Jesucristo bajó del cielo para decirle que su segundo hijo «sería un gran hombre al estilo del Mesías».
El hermano mayor, Merle Colby Allin Jr, de entonces 3 años de edad, no podía pronunciar el nombre de Jesús, por lo que se limitó a decirle «Je Je» (GG).
Conforme avanzó el tiempo, el hiperfanatismo hacia Dios llevó a la madre, Arleta Gunther, a escapar de su matrimonio y llevarse a los niños lejos de la educación del patriarca.
De hecho, se dijo que el papá los obligó a cavar sus propias tumbas para cuando llegara la hora del destino final.
Una vez que estuvieron lejos del señor, Arleta le cambió el nombre por Kevin Michael Allin para evitar las burlas y los traumas.
Sin embargo, a partir de aquí su vida y personalidad daría un giro de 180 grados.
Asistía al colegio vestido de mujer (inspirado por la banda «New York Dolls«), vendía droga, allanaba domicilios, tenía pésimas calificaciones y empezó a regar el odio que sentía por la sociedad.
Posteriormente, vendrían sus inicios en la música, donde empezaría como baterista en el grupo Little Sister’s Date.
Su paso por aquella banda era efímero y pronto se desintegraría. Inicialmente, se podría decir llevaba una vida normal. Bajo el escenario tenía un empleo estable y estaba casado.
Pero para hablar de este ícono no es necesario hablar de sus verdaderos inicios con The Jabbers ni mucho menos.
El carácter de GG cambiaría al pasar de los años y llevaría su personalidad al siguiente nivel.
De hecho, se podría mencionar que la filosofía anarquista en el género punk se asentó desde su figura.
Fue en un concierto a mediados de los ochenta que Allin firmó una de sus actuaciones más asquerosas.
Sumido en las drogas y acompañado de su amigo Bloody Mess, emprendieron un viaje para dar una actuación en Illinois.
De camino, Allin pasó a una farmacia, compró una caja de laxantes y se los tragó de golpe en ese momento.
¿El resultado? Apretando las piernas a más no poder y controlando sus intestinos, subió al escenario después de la banda «Caustic Defiance«, y a quién se debía el mayor número de asistentes.
Una vez arriba, tomó el micrófono, dijo algunas frases y procedió a apuntar su trasero al público.
Las heces fecales salieron a presión. Bañó a más de uno en deshechos. Inmediatamente, el hedor inundó el escenario.
La gente corría y el caos se había provocado. Justo cuando los policías querían detenerlo, GG optó por una estrategia que parecía de lo más lógica: revolcarse en su propio excremento.
Ninguno se atrevió a ponerle una mano encima. Llegaron en la camioneta y escaparon. Tiempo después, Bloody Mess aseguró que tuvieron que pasar semanas para eliminar por completo el olor del vehículo.
Ese era GG Allin.
Con letras sin escrúpulo alguno y muchas veces desnudo, lleno de sangre y heces, sus conciertos comenzaron a ser más grotescos y asquerosos. Solo unos cuántos se atrevían a ir.
Una vez, el cuerpo de GG Allin cayó inconsciente a causa de las drogas y algunos fanáticos lograron propinarle una paliza al cuerpo inerte del «Mesías del rock«.
Finalmente, el 27 de junio de 1993, GG Allin perdería la vida en Manhattan.
Iba a ofrecer un concierto, pero terminó por cancelarse por razones inciertas. Ahí, salió desnudo a las calles y orquestó una fiesta junto a sus seguidores a casa de Johnny Puke.
Ahí, fallecería por una sobredosis de heroína. De hecho, algunos se retrataron a su lado pensando que solo estaba dormido debido a las drogas y el alcohol.
En los preparativos del funeral, su hermano Merle ordenó no lavar ni arreglar el cadáver.
Así, Allin se fue de este mundo portando su clásico suspensorio que cubría sus genitales, su chaqueta de cuero, una botella de Jim Beam (tal y como lo pidió en la canción «When I die») y un walkman con sus canciones.
Al día de hoy, su tumba es visitada frecuentemente por los fanáticos (o detractores), que en vez de dejar flores, orinan, derraman alcohol e incluso defecan en su lápida.
Si quieres conocer más sobre la vida de GG Allin, te recomendamos el documental que Todd Phillips (Sí, el mismo que dirigió «Joker») le hizo en la década de los noventas.
¡Un ser de otro planeta! ¡La infamia hecha persona!