El quinto adelanto del próximo álbum de Alea es una original mirada sobre la migración.

Alea, uno de los proyectos neoyorquinos que mejor conjugan los sonidos contemporáneos con las raíces latinoamericanas, está de vuelta con un sencillo que dejará a todos asombrados por su calidad, la pertinencia de su mirada y el corazón con el que está escrito e interpretado.

En su natal Colombia, cuando un guiso no sale bien, se recomienda: ¡échale sal! Por extensión, la frase sirve como fórmula frente a los problemas cuya solución se escapa de las manos. Bajo esa carga de identidad y de reconocimiento propio está armada «Échale Sal», el más reciente sencillo de Alea. «Échale Sal» trata de lo que cada uno aportamos a nuestras comunidades, lo que traemos que nos hace únicos y que se vuelve el motor de un conglomerado como Nueva York, Medellín o Bogotá. Es la lucha y la esperanza, eso que nos une y nos hace esenciales», comparte la cantante.

Congruente con cada uno de los temas que ha ido revelando, «Échale Sal» es una exploración que corre en muchos sentidos: el de la identidad, el de la lírica y, por supuesto, el musical. En lo tocante a su letra, «Échale sal» cuenta con una historia singular: el primer borrador fue escrito por la cantante en una libreta de composición que la acompañaba a todos lados… pero esa libreta se perdió y tuvo que empezar de nuevo. La versión definitiva, un tanto alejada de la idea original, adquirió mucha más fuerza y la compuso a dos cabezas con Sinuhé Padilla-Isunza, quien también es su productor.

Lo singular de su lírica es que fue empapada por dos contextos: el escribir a la distancia y de gira, cada cual por su lado, y un escenario compartido: el subterráneo neoyorquino, con rumbo al Bronx. Ahí, comparte Alea:

«Lo que nos llamó la atención esa noche eran las miradas; el cansancio y el compromiso con la causa, cualquiera que fuera, todos tenían alguna causa por la que luchaban tan duro. En el tren se ve la gente durmiendo, pues muchos viajan en trayectos de más de una hora. Y hablábamos de todo lo que cada una de estas personas hizo para llegar hasta allí, la mayoría inmigrantes de todos los rincones, con o sin papeles, pero trabajando, sin hacerle daño a nadie, proveyendo para los suyos.» 

Musicalmente hablando, «Échale Sal» tiene también un origen complejo, pues en este sencillo se reúnen tres ritmos diferentes: por un lado están los elementos de R&B que le permiten fluir y suavizarse; por otro el 6/8 heredado del currulao y el huapango, esos aires latinoamericanos con los que se acercan a sus raíces… el tercero, la propia musicalidad de la poesía. El resultado de estos cruces: un tema cadencioso que, verso a verso, nos revela una mirada muy especial de concebir la migración. Un rap folklórico.

Uno de los sonidos que más llama la atención de «Échale Sal» es el acompañamiento del vibráfono, inclusión que se dio gracias a una feliz coincidencia:

«La vida nos puso enfrente un día a Felipe Fournier: estaba en el estudio grabando algo para Jarana Beat, cuando Sinuhé sugirió que debía grabar su vibráfono en «Échale Sal». Eso le dio un color y una magia tan única a la producción que decidimos que debía tener su propio solo.»

Con la participación de Felipe Fournier (ganador del Grammy Latino por su participación en la producción del disco Las Caras Lindas, de Flor de Toloache), la producción de Sinuhé Padilla-Isunza y la masterización del también ganador del Grammy, Luis F. Herrera, «Échale sal» está lista para conquistar los oídos del público.