Nadie sospechaba que detrás de esa apacibilidad se hallaba un hombre con perversiones
En apariencia, Bob Crane, era un ciudadano norteamericano modelo, tenía una esposa, tres hijos y una armonía familiar envidiable; en el rubro profesional gozaba de gran éxito gracias a la serie de TV ‘Los héroes de Hogan’, pero nadie sospechaba que detrás de esa apacibilidad se hallaba un hombre con perversiones, detonadas por los nacientes equipos de vídeo y su amistad con John Carpenter; el hábito de una vida disipada, en hoteles de paso, finalmente lo llevaría a su deceso en 1978. En 2002, Paul Schradder, guionista de Taxi Driver, llevaría el caso a la pantalla grande con ‘Autofocus’, contando con las actuaciones de Greg Kinnear y Willem Dafoe.