La verdadera pizza es napolitana, nació alrededor de 1600 en Nápoles Italia
Surgió por la necesidad de hacer más apetecible y sabroso el tradicional pan plano; al principio era masa de pan cocida en hornos de leña, condimentada con ajo, manteca de cerdo y sal gorda, o en su versión más rica, con caciocavallo y albahaca. Si bien el aceite reemplazó a la manteca de cerdo, la llegada a las mesas de la pizza moderna, se dio con el descubrimiento del jitomate importado de México, (Arriba México cabrones) por los colonizadores españoles.
Sin embargo, tendríamos que esperar más allá de mediados del siglo XIX, para encontrar la primera pizza de “tomate y mozzarella”. Aunque ahora hay varias variedades de pizza. Surgió con motivo de la visita a Nápoles, de los entonces soberanos de Italia, el rey Humberto I, y la reina Margarita.
La historia nos cuenta que Raffaele Esposito, el mejor pizzero de la época, hacía tres pizzas para los soberanos: pizza allá Mastunicòla (manteca de cerdo, queso y albahaca), pizza alla Marinara (tomate, ajo, aceite y orégano), y pizza tomate y mozzarella, cuyos colores recordaban deliberadamente la tricolor italiana (Roja, Blanca y Verde). A la soberana le gustó tanto este platillo, que quiso agradecer y elogiar por escrito al pizzero. Por ello y para corresponder a Esposito, le dio el nombre de Reina a una creación culinaria, que desde entonces lleva el nombre de: “Pizza Margherita”.
Después del auge obtenido en Nápoles, la pizza napolitana si se expatrió, para conquistar primero a Italia, y para ir al resto del mundo. Hoy en día la pizza es tan común, que existe un gran riesgo, el de perder la autenticidad de un producto tan extendido.
El secreto de la pizza tradicional napolitana es: la calidad de las materias utilizadas, combinada con la habilidad y acierto del pizzero. Lo anterior convierte la pizza en un plato excepcional, sabroso y de gran digestibilidad. Para ello, la Academia de la Verdadera Pizza Napolitana, protege la pizza original, sus reglas antiguas y su autenticidad. Pero bueno a quién no le gusta una Domino’s Pizza, tampoco es para tanto.