No lo es todo, pero el tamaño del pene tiene relevancia; tanto para ellas como para nosotros. Influyen varios factores: psicológicos biológicos y culturales
Recuerdo de prepuberto cuando iba a natación, en los baños veía desnudos hombres más grandes, comparaba mi cuerpo con el de ellos y pensaba: “yo quiero tener un pitote como el de ese señor”.
Durante la pubertad y adolescencia, es frecuente hacer bromas sobre el miembro para disimular la preocupación por el tamaño. Abundan platicas típicas de camaradería con el título: “a ver quién lo tiene más grande”. Siempre es causa de risa hacer alusión a nuestro supuesto gran pene, u ofender a otra persona asegurando que lo tiene “bien pequeñito”.
La educación sexual en secundaria y preparatoria, al menos en mi generación, nos decía que las películas pornográficas distorsionan la realidad, pues hay efectos de luz, enfoques de cámara específicos, haciendo que creciéramos con un ideal falso en cuanto a genitales se refiere. Recuerdo nos transmitían que el tamaño no importa, despertando sonrisas y carcajadas en todo el alumnado. Sin embargo, estudios recientes afirman que el tamaño sí importa.
El falo es objeto de diversos significados fabricados por la sociedad, son parte del imaginario social colectivo, variando de cultura en cultura. Como hombre tener un miembro de buen tamaño importa psicológicamente, no sé si nos da la falsa o autentica sensación de seguridad, de poder, de identificarte como hombre, como alguien atractivo sexualmente y viril. Mientras más grande tengas los genitales, inconscientemente se eleva tu estatus social entre hombres. Lo anterior no es bueno ni malo, sin embargo es necesario analizar cómo te beneficia, cómo te afecta emocionalmente, o más importante aún, cómo afecta a otras personas. En ocasiones es necesario depurar los estándares sociales.
Un estudio publicado en la revista Proceedings, de la Academia Nacional de Ciencias Estadounidense, teorizó lo siguiente:
Puesto que los primeros humanos no llevaban ropa, los penes eran evidentes para el género femenino. Las mujeres elegían a sus parejas basándose en el tamaño de sus genitales, es posible que estas decisiones influyeran en la evolución de penes más grandes.
Sin embargo, el psicólogo evolucionista Gordon Gallup Jr., dijo que hay algunas limitaciones de lo anterior, mencionando lo siguiente:
Los penes largos también pueden haber evolucionado para depositar el semen en las partes más profundas y más remotas de la vagina, para promover una mayor retención de esperma efectiva.
De cualquier forma lo antes descrito demuestra que el tamaño importa, sea por elección femenina o porque la evolución llevó a sobrevivir primates con penes más largos.
Por otra parte sexólogos afirman que durante el sexo, es más satisfactorio para las mujeres la sensación de abundancia que lo contrario. No sólo porque esa sensación guste más, sino que cuanto más dilatada esté una vagina dentro de su rango normal de elasticidad, más afluencia de sangre hay en el clítoris, provocando mayor placer.
Sin embargo el tamaño no lo es todo a la hora del acto sexual, intervienen otros factores como el romanticismo, la conexión, el ritmo, la variedad, la improvisación, sobre todo leer, intuir que le gusta o no a tu pareja y promover la comunicación. También es necesario informarse con variada bibliografía y asesorarse con profesionales de la salud.
Pero yo sigo pensando que los hombres que dicen que el tamaño no importa, es porque lo tienen chiquito y yo soy uno de ellos.