Los síntomas de la enfermedad son muchos
Los adictos al juego tienen una necesidad constante de aumentar el riesgo asumido, gradualmente pierden la capacidad de autocontrol por completo. Sufren de enormes pérdidas económicas. Por lo general niegan su adicción, la niegan por completo. Al igual que con las adicciones químicas, existen formas de tratamiento que combinan varios enfoques psicológicos y médicos.
Existen test para diagnosticar cuando una persona ha caído en este problema, a través de distintos criterios. Esta el criterio de tiempo dedicado a pensar en estrategias de juego,y pensar en juegos ya apostados. Además, los adictos crean constantemente nuevos esquemas y estrategias para sacar provecho de los juegos de azar.
Como segundo criterio está la colocación de apuestas cada vez más grandes, con el objetivo de compensar fortunas ya perdidas, y adquirir mayor poder de juego o placer económico.
Cuando se intenta limitar las horas de juego de estos pacientes, se vuelven inquietos, muy irritables y nerviosos. Aparte de eso según los adictos, el juego es una forma de escapar de la realidad, de los problemas de la vida cotidiana que impone el estilo de vida actual, de alta velocidad. Después de cada pérdida consecutiva, los jugadores siempre regresan al campo de juego para recuperar sus pérdidas. Además los jugadores patológicos mienten a su familia, jefes, amigos, y ocultan hábilmente su grado de adicción al juego.
Una característica de los ludópatas, es que tienden a participar en actividades delictivas, para robar o cometer fraude con el objetivo de financiar su juego.
Los ludópatas suelen perder la familia, el matrimonio, amigos, los vínculos sociales y el trabajo. Su estado psicoemocional denota cansancio excesivo, por el juego constante, las preocupaciones, los nervios gastados, el estrés por el pensamiento constante de restaurar el flujo financiero para volver al juego. Suelen pedir mucho prestado y nunca pagan.
¿Cómo comienza la adicción?
La adicción al juego comienza con una pequeña ganancia económica, llamada en estos círculos “suerte de principiante”, que atrae a los jugadores a seguir apostando, creando sueños de riquezas y estilos de vida lujosos. Un viejo dicho en los juegos de azar dice: “Si ganas, vete”, táctica que el jugador patológico desaprovecha y que se convierte en la principal causa de su ruina emocional, vital, financiera y humana.
Según científicos en neurología, psicología y psiquiatría, el cerebro de un jugador patológico se ve neurofisiológicamente igual al de un drogadicto o alcohólico crónico. En la mayoría de los casos, los hombres son los que sufren de esta adicción, ya que culturalmente hay una necesidad constante de aumentar el autoestima, el sentido de sí mismos, a través del crecimiento financiero.
Nunca me ha tocado, afortunadamente, conocer a alguien que padezca de este problema, y desgraciadamente no hay tantos grupos de “Jugadores Anónimos”, porque no es un problema tan frecuente en México, como la drogadicción y el alcoholismo. Sin embargo los grupos de Alcohólicos Anónimos aceptan a cualquier persona que desee dejar una adicción. Así es que si tu lector tienes este problema, o conoces a alguien que lo tenga, aludan a esta agrupación que está aprobada por la OMS y el Dalai Lama.
