La fortuna del cantante fue repartida entre sus personas más allegadas, quienes estuvieron con el hasta el último momento
En noviembre se cumplirán 30 años de la muerte de una de las leyendas del rock and roll, nos referimos a Freddie Mercury. Corría el año de 1991, cuando un 24 de noviembre el mundo se paralizaba con la notica que afirmaba la muerte del cantante. Y es que tan solo 24 horas antes, Freddie había anunciado que padecía sida.
Al momento de su muerte se encontraban con su última pareja, Jim Hutton y Mary Austin, quien, de acuerdo con las palabras de Mercury, fue el gran amor de su vida.
Seis meses después se dio a conocer el testamento de Freddie. Sin saberlo, Mary Austin, fue la principal beneficiaria de la fortuna del cantante. En ese momento, Mary Austin heredo la mitad de los bienes, incluida la mansión de Garden Lodge, valuada en aquel momento en 22.5 millones de dólares y donde reside hasta el día de hoy, la cantidad de 15 millones de dólares y derechos de autor de varias canciones, mismas que hasta el día de hoy le siguen generando ingresos.
El resto de de su herencia se repartió entre su pareja Jim Hutton, su asistente personal Peter Freestone y su cocinero Joe Fanelli a quienes heredo la cantidad de 600 mil dólares a cada uno, mientras que a sus padres les dejaba un 25%, mismo porcentaje que dejaba a su hermana.
Su relación con Mary Austin
Se conocieron en el año de 1969, en la tienda de ropa donde trabajaba Mary Austin, en la zona de Kensington en Londres. La conexión entre ambos fue tan rápida, que incluso, poco tiempo después, se encontraban compartiendo un departamento en Holland Road. Fueron pareja en el tiempo en que Queen apenas surgía como banda.
En el año de 1976 y después de haber mantenido una aventura con un hombre, Freddie le confeso a Mary que era bisexual, quien respondió “No Freddie, no creo que seas bisexual. Creo que eres gay”. Mary Austin ha comentado que en ese momento el cantante le dio un abrazo y le dijo que pasara lo que pasara, quería que ella formara parte de su vida por siempre.
Mercury decidió mudarse a Stafford Terrace en Kensington y decidió comprarle una propiedad a Mary en el mismo barrio. Freddie siempre declaro que Mary Austin era su única amiga.
Todos mis amantes me han preguntado por qué no pueden reemplazar a Mary, pero eso es simplemente imposible. El único amigo o amiga que he tenido es Mary, y no quiero a nadie más. Para mí, ella era mi esposa de hecho.
Tras la muerte de Mercury aquel 24 de noviembre, Austin fue la encargada de dar la noticia a sus padres. Asimismo, fue designada por Freddie para llevar las cenizas del cantante a su lugar de descanso eterno sin decirle a nadie donde están, un secreto que prometió al cantante jamás revelar.