Una Banda sonora rescatable…
“Si la película de tu vida no es lo que esperas… recuerda que siempre tendrás en la banda sonora la opción para mirarla con un tono distinto. O en su defecto y como ocurre a menudo en el cine, para intentar encontrar algo rescatable, incluso, en la peor de las producciones.” -Oliver Pontones Roldán, musicalizador de filmes.
Es común encontrar en el mundo del cine producciones que no consiguieron ser aclamadas a pesar de sus intentos por consagrarse… o en otro sentido, que simplemente no alcanzaron el éxito esperado en taquilla. No obstante, muchas de estas mismas películas, irónicamente, alcanzaron otro tipo de reconocimiento, en el terreno de la música, a través de su banda sonora o soundtrack.
A continuación ponemos en disposición algunos ejemplos, con respecto a este tipo de producciones, cuya banda sonora o soundtrack pueden ser consideradas bajo el título de rescatable. Cabe señalar que contaremos, la mayoría de las veces, con un caso por publicación, para examinar; a través de esta y las próximas ediciones.
Star Wars Episode 1, The Phantom Menace, 1999. Banda Sonora por John Williams.
Probablemente uno de los soundtrack más magistrales de todos los tiempos, a cargo de John Williams, uno de los grandes maestros de la música en la pantalla grande.
John Williams (actualmente vivo), prolífico compositor y director de orquesta estadounidense. Creador de (otros) famosos temas cinematográficos como Parque Jurásico, Indiana Jones, entre otros; así como diversas composiciones para los Juegos Olímpicos y series de televisión. Entre sus colaboraciones más destacadas, ha trabajado con el director cinematográfico, Steven Spielberg, desde hace varias décadas.
Con un despliegue y obertura monumental la banda sonora emprende en su tema principal, “Duel Of Fates”, un recorrido orquestal épico, interpretado por “The London Symphony Orchestra”, “London Voices” y “New London Children’s Choir”. Una travesía sinfónica que nos interna y lleva desde las instancias del barroco clásico y el estilo wagneriano, hasta el máximo esplendor de las secciones corales acompañadas por fanfarrias, que construyen y elevan el magistral fulgor de una pieza que transporta y desdobla al escucha hacia los más altos terrenos claroscuros y sublimes de las artes dramáticas clásicas.
Una especie de leyenda ancestral renace en el interior del escucha. O como el propio Williams expone al respecto de su obra, “(…) una contienda entre el bien y el mal (…) algún tipo de memoria colectiva que todos tenemos, que es en sí misma la definición de una leyenda”.
De hecho, tal fue el éxito de esta partitura que se han realizado incontables reediciones y (re)masterizaciones, en formatos cd y vinilos, con versiones alternativas y/o extendidas, al respecto de ciertos tracks, y en diferentes épocas desde su lanzamiento en 1999.
Aún más, podemos decir que la banda sonora superó por mucho a la película. El A.V. Club escribió sobre la edición en vinilo, de 2014, “La partitura de John Williams es maravillosa (…) cuando comienza «Duel Of The Fates», los fieles de Star Wars pueden simplemente sentarse allí, escuchando y deseando que el tema sea de una película mucho mejor”.
En otras palabras sobre esto último, y desde un sentido más personal… al contemplar el trailer y campaña promocional con el tema principal -«Duel Of Fates»-, durante su lanzamiento (en aquella época), ocurría algo… era una experiencia y suceso verdaderamente impresionante; todo ello tenía la fuerza para lograr hacerte creer y sentir desde el interior, resonando a través de la música, las imágenes y las remembranzas, que aquello que se esperaba, al respecto de la premier de la cinta, sería un verdadero acontecimiento…
…Y no fue así.
De hecho, más allá de toda la expectativa sobre el regreso del universo de Star Wars a la pantalla grande, el único acontecimiento en torno a esta producción fue… su banda sonora.
