Los de la Seis, presentan sus primeros sencillos, «Bella» y «Mi adicción”. Una agrupación que partió del género urbano para encontrarse con la raíz.
En la búsqueda de un camino y una identidad musical, muchos artistas pueden perder el norte fácilmente, insistir en subirse a las tendencias del mercado o, simplemente, desistir y abandonar la creación de canciones. No es este el caso de Los de la Seis, el trío de cantantes de origen venezolano que comienza su carrera con Cilantro Records partiendo de una premisa simple: recuperar el sentido de la música.
Antes de consolidarse como agrupación, cada uno de los integrantes de Los de la Seis probaba fortuna en el género urbano de finales de los 90s y principios de siglo. Entre altibajos y coincidencias, comenzaron a cantar juntos sin saber que, unos años más tarde, emprenderían una búsqueda que los llevó a la construcción de un sonido fresco y cadencioso lleno de curiosidad y amor por la música.
Los de la Seis, presentan sus primeros sencillos, «Bella» y «Mi adicción”. Una agrupación que partió del género urbano para encontrarse con la raíz.
En la búsqueda de un camino y una identidad musical, muchos artistas pueden perder el norte fácilmente, insistir en subirse a las tendencias del mercado o, simplemente, desistir y abandonar la creación de canciones. No es este el caso de Los de la Seis, el trío de cantantes de origen venezolano que comienza su carrera con Cilantro Records partiendo de una premisa simple: recuperar el sentido de la música.
Antes de consolidarse como agrupación, cada uno de los integrantes de Los de la Seis probaba fortuna en el género urbano de finales de los 90s y principios de siglo. Entre altibajos y coincidencias, comenzaron a cantar juntos sin saber que, unos años más tarde, emprenderían una búsqueda que los llevó a la construcción de un sonido fresco y cadencioso lleno de curiosidad y amor por la música.
Originarios de barrios populares de Venezuela, Los de la Seis pretendían, en un principio, incursionar en el creciente universo del género urbano. Teniendo como brújula las herramientas propias de la industria –estudios de mercado, trazo de canciones ‘digeribles’ y la inquietud de ‘colarse’ en la pujante escena-, fueron descubriendo que aquello no era lo que estaban buscando. Se dieron entonces a la tarea de abrir los oídos y el corazón a lo propio, adoptando hasta la médula los sonidos del Caribe venezolano y colombiano.
Como resultado de este viaje musical, Los de la Seis lograron construir, a base de mucho esfuerzo y trabajo ininterrumpido, un sonido por demás interesante: con un pie en el urbano y otro en la música tropical; con la voz educándose sin parar y contando historias; con el corazón en la cadencia latina. Poco a poco cayeron en la cuenta de que, como señala Daxon, «Hoy día no se está haciendo buena música. Eso para el mundo está tan claro que de los premios sacaron al reguetón. Es imposible que una persona que cante con una maquinita se gane un premio. Nosotros tratamos de recuperar la esencia de la música: la letra, el contenido, una orquesta detrás, el baile.”
Escuchar a Los de la Seis es una experiencia deliciosa, pues su sonido Latin Pop, pulido día a día, nos sumerge en un océano de sonidos que nos son familiares pero que pocas veces tenemos la oportunidad de encontrar juntos: reconocemos la base del urbano, pero de pronto esa base se salpica y se une con la salsa, con el merengue, con ciertas raíces tropicales que muchos han abandonado.
Tres historias personales, tres senderos musicales que se unieron, tres entrañables músicos con vocación por el cambio. Ahora están listos para que el mundo conozca su creación y se contagie. Con el lanzamiento de «Bella» y «Mi adicción», comienza una nueva historia de la que muy pronto escucharemos hablar: la de Los de la Seis.