Creo que una de las experiencias más divertidas que he realizado durante toda mi vida, es ser profesor de bachillerato
Era una escuela particular de bachillerato tecnológico, donde había distintas carreras técnicas como turismo, diseño gráfico, puericultura y enfermería. Estaba yo joven guapo y mamado, por aquellos entonces estaba agonizando una banda de rock que tenía, me dolía tanto que esa etapa llegara a su fin porque me llenó de muchas satisfacciones. Sin embargo a mis 25 años de edad tuve la oportunidad de ser profesor de psicología, psicología del desarrollo infantil y enfermería psiquiátrica. Sentía la misma emoción pararme al frente de una clase que pararme en un escenario.
Es complicado tratar de ser un ejemplo a seguir cuando eres una persona inmadura. De hecho a mis 37 años aún me considero inmaduro, yo pendejo todavía pienso que tengo 20 años. Dar una clase era echar desmadre, se siente bien tener el poder de impartir la materia como uno quiera; como me considero una persona “open mind”, transmitía esa ideas a mis alumnos, traté de no cometer los mismos errores que llevaban a cabo mis profesores. Era interesante transmitir enseñanzas, transmitir el resultado de los errores que yo cometí para que ellos no cayeran en lo mismo.
Desgraciadamente dejé de trabajar ahí por el bajo sueldo, pienso que si me hubieran pagado lo justo aún seguiría dando clases. Pareciera algo tonto pero era muy divertido calificar exámenes, sentía que había logrado mi cometido cuando alguien salía bien en el examen. Inmiscuirme en los festivales escolares era como una fiesta, el día se me iba muy rápido, es de los tipos de trabajo donde no se te hace pesado porque lo estás disfrutando.
Jamás tuve problemas con ningún alumno, era muy condescendiente, pensaba que estaba con mis amigos, pensaba que yo era parte de ellos, y me halagaba el hecho de que me preguntaran alguna recomendación respecto a sus problemas amorosos o familiares.
Ojalá algún día vuelva a dar clases porque me la pase muy bien, es una experiencia que no cualquiera tiene la fortuna de vivir.